(por Alvaro Campos-Celador, Jon Terés Zubiaga (Tradener) e Iñigo Capellán-Pérez )
(Publicado en El Diario /Ultima Llamada)
El horizonte de la soberanía energética puede contribuir a impulsar la economía local y diversificar las fuentes de ingresos de los ayuntamientos y rehacer nuevos lazos con la ciudadanía. Los ayuntamientos, por su escala y cercanía al vecindario y a su día a día, son un actor e instrumento imprescindible para la transición energética renovable, sostenible, descentralizada y democrática
Dada la insostenibilidad de nuestras sociedades industriales y el colapso civilizatorio al que nos dirigimos de seguir con las tendencias actuales, es urgente el diseño y puesta en marcha de hojas de ruta globalmente justas para transitar hacia sociedades basadas en energías renovables que sepan cerrar los ciclos de materiales. Estos caminos requieren complejas transformaciones de carácter transversal que implican aspectos tecnológicos, económicos, políticos y socio-culturales. De hecho, la forma en que se obtiene y utiliza la energía juega un papel central en dicha transición y condicionará los nuevos órdenes sociales que salgan de ésta.